La miopía es un defecto de refracción que produce una visión borrosa de los objetos lejanos. Esta afección es muy común entre la población y conlleva un mayor riesgo de lesiones en la retina y de otras patologías con serias complicaciones. Si padeces miopía es muy importante un adecuado control de tu salud ocular.
A continuación te contamos los riesgos asociados y cómo prevenirlos mediante un adecuado seguimiento.
Pronóstico de la miopía
El riesgo asociado a la miopía depende de su tipología. La miopía simple puede tratarse de forma más sencilla, con gafas, lentes de contacto o mediante una sencilla cirugía refractiva. Esto cambia en el caso de la alta miopía. Los pacientes con alta miopía (o miopía magna) son mucho más vulnerables a padecer afecciones más graves. Por esta razón, es muy importante realizarse las revisiones oculares periódicas recomendadas.
Los pacientes con miopía pueden tener un aumento de lesiones en las zonas periféricas de la retina, las llamadas degeneraciones en empalizada. Estas lesiones se producen en un área especialmente sensible, pues se trata de una zona delgada fuertemente adherida al vítreo. Las lesiones en las zonas periféricas están asociadas con un aumento en la incidencia de desgarros de retina, que podrían desencadenar un desprendimiento.
Alta miopía y posibles complicaciones
En los casos en que el defecto visual supera las 6 dioptrías, la miopía pasa a considerarse miopía magna, alta miopía o miopía patológica. En la miopía magna se produce un alargamiento excesivo del globo ocular que provoca un estiramiento anómalo de todas las estructuras. Esto incluye la retina, que puede quedar adelgazada y sensible a sufrir diversas lesiones.
La miopía magna aumenta el riesgo de padecer complicaciones oculares graves. La severidad de estas patologías depende directamente del número de dioptrías. Por tanto, cuanto mayor es el grado de miopía, mayor es la probabilidad de sufrir complicaciones severas. Estas patologías podrían producir pérdida de visión si no se tratasen a tiempo.
Las afecciones asociadas más preocupantes son:
- Glaucoma.
- Desprendimiento de retina.
- Neovascularización.
- Cataratas.
- Neuropatía óptica.
¿Cómo prevenir estas afecciones?
Para prevenir el desarrollo de patologías graves, los pacientes miopes han de acudir regularmente a un examen de fondo de ojo. Esta revisión permite el chequeo pormenorizado de la retina. Con un examen de fondo de ojo el oftalmólogo puede detectar afecciones como glaucoma, degeneración macular o desgarros y desprendimientos incipientes. También permite un mayor control de otras enfermedades como la hipertensión arterial o la diabetes.
Durante un examen de fondo de ojo, el oftalmólogo realiza un control de la visión y de la tensión ocular, y efectúa un análisis del estado de nuestra retina y del disco óptico (la extremidad del nervio óptico). Este examen puede durar entre unos pocos minutos o 30 minutos, dependiendo de si es necesario dilatar la pupila o no.
¿Cada cuánto tiempo hay que revisar el fondo de ojo?
Para una persona con miopía la recomendación es someterse a un examen de fondo de ojo con una periodicidad anual o bianual. En el caso de que se detecten algún tipo de lesiones periféricas en la retina, el seguimiento ha de ser más frecuente y el oftalmólogo determinará el tratamiento a seguir.
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