Es bien sabido que la miopía es un factor de riesgo para sufrir un desprendimiento de retina. Quizás por ello, muchos partos en mujeres miopes han acabado siendo una cesárea. Es frecuente ver a gestantes con miopía en las consultas de oftalmología para que el oftalmólogo decida si se puede realizar un parto vaginal. Incluso hoy en día sigue siendo frecuente que se plantee la necesidad de cesárea a las gestantes miopes para mayor seguridad.
Esta cuestión no admite demasiadas dudas. No existe evidencia científica alguna que justifique la indicación de cesárea por enfermedades oculares. Las revisiones que se han realizado para dilucidarlo concluyen que el parto vaginal es de primera elección, aunque también aconsejan acudir a una revisión ocular antes y después del parto.
¡Muchas felicidades a todas las mamás (…y papás)!