Tenía que haberme operado mucho antes.

Me llamo Ricardo González y soy controlador aéreo e instructor en la torre de control del aeropuerto de Málaga. Tengo 42 años y desde hace casi 30 llevo gafas para ver de lejos. El 20 de julio me operé de miopía y astigmatismo con el doctor Tirado (Fuengirola), y visto el resultado tenía que haberme operado mucho tiempo antes. Desde hace muchos años llevo queriendo quitarme las gafas para ver de lejos, pero siempre me ha dado miedo quedar mal y no poder pasar los estrictos controles de vista postquirúrgicos que nos pone la Agencia Española de Seguridad Aérea (AESA) a controladores y pilotos.

Animado por la muy positiva experiencia de dos conocidos que se habían operado con el doctor Tirado, decidí hacerme las pruebas para ver si era buen candidato a cirugía refractiva. Hablé con el doctor Tirado y le expuse mis miedos a perder la licencia de controlador si salía mal la operación. Le dije que no quería correr ningún riesgo, por muy pequeño que esté fuese. Le hice una especie de tercer grado preguntándole por todos los problemas que podían darse en la operación y en la recuperación posterior. El doctor Tirado me dijo que trabaja con una máquina láser de última generación y me dio mucha tranquilidad de cara a la cirugía. Además me explicó que la curvatura de mi córnea era un poco inferior a la media, así que llevaríamos un plan B al quirófano, con una técnica distinta a la técnica lasik, por si el plan A (lasik) no se podía ejecutar. Toda esta información que me dio bastante tranquilidad.

Cuando llegó el día de la operación todo fue muy bien, se pudo aplicar la técnica lasik, y salí del quirófano viendo perfectamente. El mismo día de la operación, por la noche, te llama el doctor Tirado siguiendo el protocolo que tienen para comprobar que todo está bien y que no hay ningún problema. Lo cual es otro punto más para proporcionar tranquilidad, y da muestras de profesionalidad.

La recuperación fue muy fácil y tan solo notas sequedad en el ojo los primeros días, que se soluciona poniendo lágrima artificial y siguiendo la pauta de gotas que te mandan en la clínica.

Yo ahora tengo un 150 % de agudeza visual de lejos, y de cerca por suerte todavía no me ha salido presbicia, así que estoy encantado sin gafas.

Hasta hace 6 meses yo no sabía de la existencia de la clínica del doctor Tirado, pero después de ver mi experiencia la recomiendo sin ningún problema. Profesionalidad y rigor médico, sin dejar nada al azar.

Ricardo González González
Controlador aéreo e instructor en el Aeropuerto de Málaga